Qué es la vainilla y para qué sirve

Hablar de la vainilla es traer a la mente el recuerdo de ricos helados, postres y todas esas delicias que hacen parte de la gastronomía, sin embargo, este producto reúne secretos mucho más interesantes como el hecho de formar parte del género de las orquídeas, siendo la única de estas preciosas flores que se puede consumir. Así las cosas, la vanilla planifolia es originaria de México y Centroamérica y es a partir de sus frutos de donde se obtiene la vainilla comercial que da origen a ese popular saborizante que seguramente todos hemos probado alguna vez en la vida.

Se le describe como una hierba hemiepífita, monopodial, muy ramificada y hojosa que alcanza hasta de 12 m de alto y 120 m de largo, adicionalmente, la vainilla como especia siempre y cuando sea de origen natural realmente puede llegar a ser muy valorada en términos económicos, esto debido a las iniciativas que buscan posicionar la vainilla sintética como alternativa.

¿Para qué sirve la vainilla?

A causa de sus diferentes principios activos, la vainilla revela grandes propiedades terapéuticas, es así como esta especia a la que rindieron tanto tributo los aztecas, se aconseja para tratar un amplio listado de problemas de salud que a continuación describiremos:

  • Analgésico: algunos de sus componentes actúan de manera similar a la aspirina, de manera que es de gran provecho para darle manejo a los dolores musculares, migrañas y calambres estomacales.
  • Tratamiento de molestias estomacales: combate la hinchazón abdominal, la acumulación de flatulencias, los gases, las manifestaciones de gastritis y los cuadros de gastroenteritis.
  • Estimulante: bastante efectiva para elevar el estado de ánimo, consumir vainilla en alguna de sus presentaciones es muy positivo para quienes padecen de ansiedad o depresión, incluso de acuerdo a algunos estudios, potencia una mayor elocuencia a la hora de establecer relaciones sociales.
  • Antibiótico: debido al ácido acitilsalicico que le acompaña, es de gran ayuda para bajar la fiebre al igual que para erradicar ciertos tipos de bacterias patógenas.

La toxicidad de la vainilla

Tal y como cualquier producto de consumo humano, la vainilla merece de una serie de precauciones para evitar que por alguna razón pueda llegar a ser tóxica. Los aceites de vainilla que se emplea de manera externa, puede por ejemplo ocasionar reacciones alérgicas en personas con pieles altamente sensibles, de otro lado su consumo en cantidades exageradas puede generar cefaleas intensas.

Quienes presenten problemas hepáticos deben asesorarse previamente; salvo en casos específicos la vainilla es una de las especias más seguras.

 

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