La oración en la mañana como muestra de amor a Dios

Puesto que la oración equivale al alimento espiritual para el creyente, es común que este acto sea visto exclusivamente como fuente de dones y bendiciones para el ser humano, sin embargo lo que se suele pasar por alto es que es también un medio para expresar el amor a Dios, algo fundamental en una relación que como otras debe ser recíproca. Si hablamos particularmente de la oración de la mañana, es elemental resaltar que esta ha pasado a convertirse en el medio idóneo cuando se busca darle prioridad al Señor, por tanto de esta iniciativa se desprenden todo tipo de aspectos positivos.

Si bien existen diversas razones para orar, la oracion por la mañana se presenta como aquella efectiva demostración de afecto y devoción que puede ser orientada hacia el agradecimiento y es que hacerse consciente en cada despertar del regalo tan hermoso que es la vida resulta ser la puerta de entrada para disfrutar de un día positivo a pesar de las diversas circunstancias que puedan presentarse.

Elementos para una efectiva oración en la mañana

Debido a que más allá de recitar plegarias sin sentido, orar corresponde a oxigenar el alma a través de la comunicación con el Señor, existen una especie de pautas en las que puede basarse el creyente para orientar el mensaje que emite y así ponerse realmente en presencia de Dios. De esta manera lo primero será liberar el corazón de las ataduras del rencor y de todo aquello que tanto se le dificulta perdonar, pues además de ser basura emocional esto interfiere con la pureza espiritual que tanto agrada a la divina presencia.

Algo para destacar es que debido a que la oración es una expresión de fe, esta en ningún momento debe estar acompañada por la duda o mucho menos por la intención de ser vistos y vanagloriados por ello.

Orar para agradecer

Además de fortalecer la amistad con Jesucristo, el cristiano puede encontrar en la oración la mejor vía para ser piadoso y poner en práctica todo aquello registrado en los evangelios. Orar para agradecer es una gran muestra de humildad que hace a la persona totalmente digna de misericordia pues se toma el tiempo para valorar cada pequeño aspecto de su vida, algo que es cada vez más escaso ya que el común de las personas se queda exclusivamente en el lado de los que piden sin cesar.

Dado que la reciprocidad siempre debe estar presente, solo sé es buen hijo cuando también se expresa amor, respeto y fraternidad.

 

 

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