La ortopnea en el paciente cardiaco

Como parte de los signos y síntomas de la insuficiencia cardiaca se suele incluir la ortopnea, una angustiosa sensación de falta de aire que se presenta exclusivamente cuando se está en la posición de decúbito, es decir acostado y que se explica a partir del aumento del volumen sanguíneo pulmonar y de una mecánica ventilaria poco eficiente justamente en esta posición. Así pues, por ser la insuficiencia cardiaca un trastorno bastante frecuente, es propio ahondar un poco alrededor de una de sus manifestaciones más inquietantes, pues ante el hecho de no poder respirar, la angustia puede salirse de control.

Dentro de este contexto, la ortopnea se define como la disnea que aparece cuando el paciente está acostado y desaparece cuando se incorpora, siendo ocasionada por el desplazamiento de la sangre en busca de la circulación central. Suele darse de manera rápida, de manera que generalmente no toma más de dos minutos el lograr incorporarse nuevamente.

Dificultad para respirar en pacientes cardiacos

Una vez se altera la función del músculo cardiaco, son varios los efectos colaterales que pueden presentarse y además del ahogo, tal y como se describe en https://www.ortopnea.com/ la ortopnea es algo que suele detectarse y requerir del respectivo manejo para procurar la máxima calidad de vida para el paciente.

Por lo anterior, el tratamiento del paciente cardiaco con ortopnea debe considerar que tan sutil es o no dicha manifestación para determinar las medidas especiales que deberán tomarse al respecto. Considerando que la insuficiencia cardiaca revela una alta tasa de mortalidad, es fundamental mantenerse muy al pendiente de este tipo de alteraciones respiratorias.

Cómo detectar la ortopnea

Además de que el momento de dormir pasa a convertirse en una verdadera problemática por la falta de respiración que ocurre al acostarse, adicionalmente se incluye la falta de aliento y muchas veces opresión o dolor como tal en el pecho. Puesto que no es nada sencillo aprender a manejar la falta de capacidad respiratoria, la comunicación oportuna con el médico a cargo puede cambiar por completo la perspectiva en estos pacientes y así ayudar a hacer las cosas mucho más manejables.

Ante el deterioro del sistema cardiovascular absolutamente nada puede dar espera y al estar de por medio estas dificultades con la respiración, es propio apropiarse de lo que sucede e informarse de manera pertinente para no permitir que las cosas empeoren y se tengan situaciones de mayor alcance que puedan interferir con el bienestar.

 

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